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Las pequeñas hojas que encajan perfectamente en la estructura en miniatura del tronco hacen de Carmona una planta perfecta como planta de interior.
Ficus bonsai se caracteriza por un gran tallo de color marrón grisáceo que se riza hacia arriba y sobre el que crecen pequeñas hojas de forma ovalada, caracterizadas por un color verde oscuro decididamente brillante. No requiere una atención especial y por esta razón puede representar una planta de inicio para aquellos que están fascinados por el mundo del bonsái, ¡pero aún son principiantes!
Originario de África, el jade enano o Crassula es una planta carnosa, de suave madera arbustiva y apta para crecer como bonsái. Tiene un tronco grueso y una estructura de rama fina con gruesas hojas verdes suculentas, características que la hacen resistente y por tanto perfecta incluso para aquellos que están fascinados por el arte del bonsái, pero son principiantes.
Considerado un fósil viviente como el único superviviente de una especie arbórea que vivió en el Mesozoico, el Ginkgo es una planta verdaderamente única no solo en el campo del bonsái, sino de todos los árboles en general.
El bonsái zelkova , también conocido como olmo japonés, es uno de los más resistentes a plagas y enfermedades y, por tanto, más fácil de cultivar. Además de esto, el efecto ornamental de sus hojas es innegable y capaz de colorear cualquier ambiente.
El jarrón de 15 cm es rectangular (lado de 15 cm de largo)
¡Esta especie de bonsái fuerte y vigorosa es la planta perfecta para los entusiastas del bonsái novatos! Sumado a esto, gracias a las pequeñas hojas y al tronco macizo que adquiere en pocos años, puede convertirse en un ejemplar de gran valor, capaz de darle un toque extra de elegancia y clase a tu apartamento.
P ianta ampliamente cultivada como bonsái de interior, la Serissa también es adecuada para aquellos que están fascinados por este mundo, pero todavía soy un principiante: ¡este espécimen, de hecho, es muy robusto y responde bien a todas las técnicas de bonsái !
