Descripción:

Puede tener dimensiones, grosores, vetas y formas muy diferentes de una planta a otra y esta variabilidad hace que el ciclamen sea fascinante incluso cuando no está en flor. A partir de la primavera comienza el reposo vegetativo y las hojas suelen desaparecer. Las flores no tienen olor y se abren hasta finales de otoño. Su conformación, con corola auricular, que está marcada por 10 protuberancias alrededor de la parte central, hace que la especie sea fácilmente identificable. Después de la floración, los tallos se retuercen en espiral, apuntando hacia el suelo y favoreciendo una abundante difusión.

Cuidado:

Para el cultivo recomendamos una ubicación en zonas sombreadas .
Se puede cultivar tanto en maceta como directamente en el jardín en zonas donde el clima es bastante suave.
La floración ocurre entre finales del verano y principios del otoño y las fragantes flores adquieren un color rosa. Las hojas pueden tener la característica forma de corazón, pero también redondas o en algunos casos similares a una lanza. El verde y el gris dan a las hojas un color muy particular (que no faltan con vetas llamativas).

Si el ciclamen se usa en composiciones mixtas con otras plantas con flores o hojas, es recomendable utilizar cuencos o cajas de profundidad media, con tierra universal de alta calidad o tierra para plantas con flores . Para asegurar un buen drenaje, es recomendable extender una capa de canicas de arcilla o grava en el fondo del recipiente.

El ciclamen necesita un ambiente aireado para reducir el riesgo de formación de moho gris en la base de los tallos. Sin embargo, debe colocarse lejos del viento y las corrientes de aire .

También necesita un sustrato ligeramente húmedo y nunca empapado .
Es necesario fertilizar el ciclamen cada 12-15 días , sin exagerar con las dosis ni con la frecuencia de fertilización.